jueves, 5 de abril de 2007

CUADERNO DE NOTAS – BAFICI 1




SISSAKO, COHEN, COSTA

Esta primera jornada en el Bafici, se ha mostrado generosa y pude ver tres films muy interesantes.

BAMAKO

El film de apertura, excelente elección. Y aunque sabia que no iba a salir decepcionada, esperaba más. No vi la pelicula ganadora del Bafici 2003 En attendant le bonheur, sin embargo si habia visto y premiado en el Festival de Friburgo hace ya muchos años, La vie sur terre. Y quedé deslumbrada con este director que venia ya despuntando dentro del cine europeo (recordemos que casi todas sus producciones son de origen francés).
Bamako despliega un estilo que ya habia sido establecido en aquel film que fue realizado en el contexto de una serie de films pedidos por Arte y que celebraban la llegada de este milenio. En el habia cierto distanciamiento para observar, registrar y representar lo cotidiano que daban ya cuenta de la agudeza de su mirada, de la sutileza de sus conceptos y de sus posiciones políticas. Pero sobre todo del lugar que Sissako asignaba a su propia cultura en el contexto mundial. En La vie sur terre también se hablaba de deuda externa, de pobreza, sin tanta explicitación. La fuerza de la cultura y de la idiosincrasia africana estan alli presentes con una dignidad y un nivel que al menos yo no he visto en otros directores de ese continente y que reitera en este film.
En Bamako esta todo eso junto a la denuncia explícita, que si bien esta mostrada a través de una alegoria: un juicio al FMI y al Banco Mundial en el patio de una modesta casa africana (y algunos sabemos la importancia y el lugar que tienen esos patios que representan un verdadero micromundo, basta ver el film de Eliane de Latour Contes et comptes de la cour) se torna un tanto monótono como recurso. Es una brillante idea pero que por excesiva, agota. La pelicula se alarga en argumentaciones que se reiteran, esa tal vez podria ser la sintesis de la única critica que me atrevo a formular. Por lo demás, el film es de una belleza conceptual que abruma. Ese juicio está atravesado por diversas escenas que no se explican pero que muestran toda la complejidad de ese pueblo y de esos pueblos (esta filmada en Mali pero pretende ser la voz de Africa entera).
Situada entre la actuación y la improvisación de actores reales (algunos lei por alli, amigos del realizador y creo que hasta parientes) se da el lujo de filmar (según la misma fuente) en el patio de la casa donde pasó su infancia. Claro que esto no lo dice el film.
Hay un cruce ficcional brillante donde Sissako muestra a los habitantes de la casa por la noche sacando la televisión al patio y mirando un western que Sissako recrea en un paisaje africano y como actores incluye a Elia Suleiman el genial director palestino (Intervencion Divina) y al actor Dany Glover. Estos junto a otros menos conocidos para mi, recrean un tiroteo tipico del lejano oeste en medio de una aldea africana, con ironia y desmesura.
El film nos habla desde el reclamo de pueblos sometidos y su discurso se emparenta muy bien con todo lo ocurrido en America Latina. Las mismas recetas económicas, la misma pobreza. Pero lo hace desde la perspectiva de una idiosincrasia, de códigos culturales, de ritmos propios y eso nos permite atravesar lo político yendo mas allá: a la diversidad, a las particularidades que ponen en evidencia que es imposible querer aplicar un modelo único al crecimiento de la humanidad. Lo que le reprocho a Sissako es haberle hecho llorar a la actriz al final. Entendemos que es un continente que se está desangrando pero el llanto ya lo vimos, no conmueve al Norte.


TOUT REFLEURIT

Tal el titulo de la segunda pelicula que vi hasta ayer y no estuvo mal. Lo interesante del film es su personaje, Pedro Costa, cineasta portugués (que en el film habla en francés ya que quien lo entrevista es una directora de esa nacionalidad). El protagonista es un personaje tan intenso que no recuerdo el nombre de la directora (lo copio: Aurelién Gerbault).
El film en si tiene una narración bastante convencional: situaciones donde vemos a Costa compaginando, luego ensayando con uno de sus actores, luego recorriendo escenarios donde filmó algunas de sus películas y viajando en colectivo. En el medio él siendo entrevistado. Pero Costq le imprime sus tiempos al film, su voz reflexiva y entonces emerge ahi todo el interés que tiene. al menos para mí.
Lo logrado, que no es poco, desde la dirección (no pretendo restarle ningun mérito a la autora) es que nos mete en el ritmo de la palabra de Costa y en su idea sobre el trabajo cinematográfico.
Nos habla entonces acerca de cómo descubre/crea a sus personajes, a los lugares donde filma. La manera en que él recupera y se va nutriendo de los elementos de sus vidas reales. También reflexiona sobre la escritura del guión, declarándose contrario a ella, y también sobre el oficio de hacer cine: "es algo simple, se toma un colectivo y se va hasta un lugar y alli se filma". Me trajo el recuerdo de Jean Rouch cuando en Mosso, Mosso (una película en la que al igual que ésta es un retrato del cineasta y de su forma de trabajo) dice “ya tengo la primera escena del film, y también la última, ahora sólo falta lo del medio y ya lo tenemos!” (no son exactas palabras pero se le acercan en el sentido).
En un momento menciona la importancia como tarea política, que tiene hacer cine. Comparto totalmente sus dichos.
El film nos muestra que Costa es un creador de enorme sensibilidad pero sobre todo un obsesivo y un tipo concentrado en su métier: trabaja todos los días del año según declara. Al talento es necesario unirle la constancia, es la receta, me digo.


BURIED IN THE LIGHT – LOST BOOK FOUND

Le toca el turno a Jem Cohen, de quien tenia buenísimas referencias. No me decepcionó aunque se trata de un tipo de cine que trabaja elementos de lo real en una dirección muy experimental. Me gustaron los dos films, el primero porque es un testimonio de un mundo en el momento en que estaba cambiando. Un recorrido por algunas ciudades del ex-este justo cuando el muro comenzaba a ser derrumbado. Sus reflexiones, a modo de diario, acompañan imágenes muy oscuras en el doble sentido. Filmados en Super 8 tienen una textura especial que los vuelve todavia mas interesantes.
Se puede decir que Cohen es un cineasta anticapitalista, muy político, que denuncia el sistema de manera muy creativa. Sobre todo cuando vemos el segundo film en el que filma una ciudad sórdida y decadente: Nueva York.
Tan diferentes de las NY que nos muestran las series yanquis de los canales de cable (Fox, Sony) y nos dice que lo hace al modo antropológico: extrañando lo cotidiano. Cuenta entonces que trabajando en las calles de esa ciudad comenzó a descubrir a ver un mundo que no se veia a simple vista, lo que se dice “observación participante”. El trabajo de campo de Cohen aparece plasmado en imágenes muy intensas a la lectura pero que en su conjunto muestran precisamente lo que lo conmovió tanto exterior como interiormente. Impresiones que le permitieron a su vez “imprimir” un punto de vista particular (pienso en la New York, New York de Depardon) y desde adentro.