miércoles, 14 de marzo de 2007

POSTales de Mar del Plata FilmFest I

Por donde comenzar? Empiezo por el principio, mi principio.
Llegué el primer dia sorteando aguaceros y terribles pronósticos meteorológicos; pero MdP había sobrevivido al agua y al viento y una parte del Festival también. Entrando en el Auditorium me pude enterar que la ceremonia no se habia suspendido pero sólo tendriamos media inauguración. Me quedó la duda si por causa de la tormenta, ya que habian cerrado momentaneamente el aeropuerto (razón por la cual la principal invitada no hubiera podido llegar), o por solidaridad con los inundados (qué festín se hubiera hecho Birri!). El discurso oficial adujo esto último.
Pero no importa! Cristina llegó radiante y sonriente al día siguiente y todo se armó para su entrada cual novia virginal en la capilla ardiente de los nuevos dioses, los premios Astor.
Si hay algo que me provoca una renovada furia es lo de confundir las cosas, y lejos de ser un acto escolar de lujo, como Q señalaba en LLP, esto fue mas bien un acto politico de lujo. Parece que pocos se daban cuenta que estabamos en realidad en un festival de cine.
Azorada, mientras el ruido de los bombos en la puerta del Hermitage tronaban sin cesar, me preguntaba cuando íbamos a dejar de confundir las cosas. Tal vez nunca, porque lo que interesa y a muchos les sirve, es precisamente esta confusión.
Traté de no perderme este ritual único en su género de festicampaña y me dediqué a seguirlo a través de las numerosas pantallas estratégicamente ubicadas en el salón cuyo nombre no recuerdo del Hermitage, ya que era muy numerosa la concurrencia tanto local como capitalina de politicos y funcionarios que asaltaron todas las primeras filas, cuestión de dar el presente.



En este contexto sonaron muy interesantes las palabras de Lita Stantic que sin concesión alguna se definió como una sobreviviente a todos los males que padecimos los argentinos sin ahorrarse de mencionar por supuesto hiperinflaciones y corralitos. Muy rauda la primera dama se reapropió de tal discurso y sin sentir la más minima alusion, salió más o menos airosa del entuerto. Debía hacerlo. Sus palabras cerraban el acto y por lo tanto el que habla ultimo se puede permitir resignificar todo lo anterior.
Sin embargo mi oído atento percibió que le faltaban algunas argumentaciones eficientes. Tan acostumbrada a los marcos politicos en este contexto cultural se sabía fuera de lugar. Pero allí debia estar como parte de sus obligaciones para llegar a la presidencia.



No puedo dejar de mencionar que unas de las cosas mas originales de esta edición fue lo que puede ser denominado “el Arte” del festival: afiches, decorados y puesta en escena del leit motiv ideado por Daniel Santoro, pintor amigo y un artista con mayusculas. Desde los afiches y catalogos la grafica enunciaba la nostalgia de una ciudad que fue “La feliz” y que recuerdo formo parte de mi primera infancia y de la de muchos: el lobo marino, el hotel provincial recortado contra el mar, el faro. Una escenografia que la tormenta habia impedido estrenar se lucia en el medio del paseo. Todo este conjunto fue uno de los aciertos junto con los cortos de animación que promocionaban esta edicion del festival (que repetian los motivos de la grafica de Santoro), que precedían en las salas a las peliculas y que nadie sabia a quien atribuirselos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu amigo Santoro es un artista de fusta, Cege.Y tu niñez se olvida del Torreón, en el que según creo, la leyenda cuenta que fue habitado por un monje demente que aullaba en noches de luna llena, imagen que recordaba a su amor infortunado por el cual se enclaustró en el torreón. Dicen, quienes conocieron algunos de sus secretos, que estaba enamorado de una criatura marina de resplandeciente belleza, que habitaba las profundidades oceánicas y que emergía con la luna llena a la que llamaba, muy tiernamente, Cege.

Anónimo dijo...

Tu amigo Santoro es un artista de fusta, Cege.Y tu niñez se olvida del Torreón, en el que según creo, la leyenda cuenta que fue habitado por un monje demente que aullaba en noches de luna llena, imagen que recordaba a su amor infortunado por el cual se enclaustró en el torreón. Dicen, quienes conocieron algunos de sus secretos, que estaba enamorado de una criatura marina de resplandeciente belleza, que habitaba las profundidades oceánicas y que emergía con la luna llena a la que llamaba, muy tiernamente, Cege.

Anónimo dijo...

Tu amigo Santoro es un artista de fusta, Cege.Y tu niñez se olvida del Torreón, en el que según creo, la leyenda cuenta que fue habitado por un monje demente que aullaba en noches de luna llena, imagen que recordaba a su amor infortunado por el cual se enclaustró en el torreón. Dicen, quienes conocieron algunos de sus secretos, que estaba enamorado de una criatura marina de resplandeciente belleza, que habitaba las profundidades oceánicas y que emergía con la luna llena a la que llamaba, muy tiernamente, Cege.

Anónimo dijo...

Tu amigo Santoro es un artista de fusta, Cege.Y tu niñez se olvida del Torreón, en el que según creo, la leyenda cuenta que fue habitado por un monje demente que aullaba en noches de luna llena, imagen que recordaba a su amor infortunado por el cual se enclaustró en el torreón. Dicen, quienes conocieron algunos de sus secretos, que estaba enamorado de una criatura marina de resplandeciente belleza, que habitaba las profundidades oceánicas y que emergía con la luna llena a la que llamaba, muy tiernamente, Cege.