viernes, 2 de marzo de 2007

Otra verdad incómoda

Este año por primera vez, no tuve noticias de los premios Oscar hasta varios dias después, en que algunos amigos me decian: viste que fulano lo ganó? No, no habia visto. Y no pasaba nada y eso me puso muy bien. Estaba descubriendo las ventajas de la desinformación. Cierta desintoxación, podríamos llamarlo?
Pero no podia durar mucho y de las ondas del aire me llegaron las noticias que el documental premiado habia sido “La verdad incómoda”! Al Gore no habia llegado a la casa blanca pero habia llegado hasta un podio muy codiciado y quizás con más seguidores que los votantes para las presidenciales en usa!
Me quedé un tanto perpleja. Habia visto la película unas semanas atrás, la había comprado como correspondía en los puestitos de la calle, debidamente pirateada como un tema de esa naturaleza se merece. Y esto no es despectivo. Un mensaje del tipo que propone Gore y su director (cuyo nombre no recuerdo puesto que es opacado por el del excandidato presidencial y también por qué no decirlo? porque la naturaleza del relato que propone es excedido por el tema) deben ser pirateados. La mejor manera de lograr sus objetivos: concientizar sobre un problema realmente grave al mayor número de personas posible. En esta cruzada todo vale.
No se si esto lo sabe el vendedor de peliculas pirateadas pero no importa.
Decia entonces que ví la película, y en otro post de este blog (perdón, del blog vecino: Tinta Roja) ya había comentado mis impresiones sobre ella, asi que lo doy por sabido (o leído), y por eso mi sorpresa fue casi estupor.
Estos yanquis no tienen absolutamente ningún pudor! Ya le habian dado un oscar al Michael Moore y ahora insisten con el formato! me dije. Evidentemente es un método (lavar sus conciencias) que además tiene una gran validación ya no digamos nacional sino mundial. Cuando necesitan pelear contra alguna causa dentro de casa, hacen una película. Nada cambia, pero le dan un oscar y ya está. Pasemos al tema siguiente.
Desconozco la calidad del resto de las candidatas en el rubro, pero sin duda debian merecerlo mucho más. La película “de” Al Gore, no tiene absolutamente ningún valor cinematográfico para ser merecedora de la estatuilla y tiene todos los valores políticos para que los votantes del Oscar puedan quedar resguardados dentro de la etiqueta “políticamente correcto”.
Me pareció un insulto al cine y un insulto al documental. “La verdad incómoda” tiene una factura impecable, un excelente ritmo, una muy buena fotografía, linda y sensiblera música, es todo lo que el público norteamericano sueña. Tiene todo eso pero no es una película, es un lindo y creativo programa de televisión. Y ya sabemos que a la gente le encanta la televisión. Y sabemos que a los yanquis les encanta iniciar guerras y luego exculparlas a través de la industria del cine. Es más rápido, es higiénico, llega a mucha gente… es un buen método.
Por suerte el amigo Martin fue finalmente reconocido, y su magnífica obra recupera para el cine (no sólo norteamericano) todos los honores.

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